31 ago 2010

Veranos

Yo soy de un pueblo de Galicia, cercano a Vigo. Un pueblo en el que no hay un número demasiado elevado de habitantes, pero que en la época veraniega se llenaba de gente, no tanto por sus valores turísticos, sino más bien por que regresaban a descansar unos días aquellos que en su momento tuvieron que partir en busca de un destino mejor y buscarse la vida.

Los gallegos hemos sido una gente emigrante desde siempre y en mi pueblo eso no era una excepción. Hace años, los chicos jóvenes (no tanto las chicas), se iban a la capital o al extranjero, en busca de las oportunidades que aquí no tenían y con el tiempo iban echando raíces en esos lugares. Pero los gallegos tenemos lo que se llama “morriña”, esa nostalgia y apego a la tierra que hace que no nos desvinculemos del todo. Así es como siendo ya adultos, con familias ya hechas, siempre volvían, al menos para pasar las vacaciones.

Esas vueltas a la tierra, años después de la partida, provocó que los que estábamos en el pueblo conociésemos a sus hijos o nietos y en muchos casos hiciésemos amistad con ellos.

El verano se convirtió desde ese momento en la época más especial del año, no sólo por las vacaciones, sino porque era cuando podíamos ver a esos amigos que no veíamos el resto del año.

Los días eran muy especiales, al compartirlos con gente que es tan distinta. Gente que vive una vida diferente a la tuya, en una ciudad grande como Madrid o Barcelona, o en otro país, como Francia o Suiza. Para mí siempre fue como un soplo de aire fresco, compartir cosas con gente distinta, que vive cosas distintas, enriquece muchísimo.

Los vínculos que se crearon a lo largo del tiempo han sido fuertes, ya que en muchos casos seguimos manteniendo unos fuertes lazos de amistad, a pesar de que con el tiempo, al hacernos mayores y acceder al mercado laboral, no disponemos del mismo tiempo para compartir. Algunos ya tienen familia y esas familias también tienen sus propios sitios de vacaciones con su propia historia de amistad o de familia, pero a pesar de todo, siempre hay tiempo para una escapada, para vernos o mantenernos en contacto.

En nuestra época no había redes sociales, no teníamos un acceso a los correos electrónicos o a las telecomunicaciones como existe hoy en día, pero a pesar de ello, nuestros lazos se hicieron fuertes y nuestra amistad superó todas esas adversidades.

Estos días de verano he vuelto a compartir cosas con alguna de esta gente, como si el tiempo no pasase, a pesar de que hace ya más de 15 años que nos conocemos. Espero que continúen en mi vida por muchos años más y sigamos compartiendo estos momentos y formando parte de cada una de nuestras vidas.

12 comentarios:

Nuria dijo...

¡Qué bonito lo que nos cuentas de tus veranos!
Mis veranos fueron siempre muy distintos a los tuyos y han ido cambiando a lo largo de los años. Los primeros veranos que recuerdo los pasaba en casa de mis abuelos en Barcelona, años más tarde los pasamos en la playa y finalmente, desde mi mayoría de edad, pasé prácticamente siempre los veranos en mi ciudad.
La verdad, no conservo amigos de la época en la que íbamos a la playa, tiene mucho mérito esa amistad que seguís manteniendo desde hace más de 15 años
Besosss

Jacaranda dijo...

Hola! yo también viví y sigo viviendo esto que cuentas. Es maravilloso reencontrarse con amigos que ves una sola vez al año y ver cómo parece que no ha pasado el tiempo. Estos son amigos de toda y para toda la vida.
un beso

Rose dijo...

Qué bonito REgalp!!!, por cierto somos casi del mismo lugar, jejejeje. Estoy segura que he visitado muchsa veces tu pueblo, porque nací en esa ciudad que nombras, Vigo. Me gustan tus recuerdos, me gusta como hablas de los veranos, y como hablas de tus amigos. Mis veranos han sido diferentes a los tuyos, pero al final la palabra amigo aparece en todos, eso es lo hermoso. Gracias REgalp por regalarnos una entrada hecha de tus recuerdos.

Regalp dijo...

Nuria, por lo que puedo leer, tú eras de las que ibas de vacaciones a un sitio, yo era de los que estaban en el sitio cuando los de fuera llegaban.

En los próximos días publicaré una entrada sobre el "síndrome de Pancho" en la que hablo de eso.

Yo me alegro de conservar amigos que hayan estado ahí desde siempre y lo cierto es que lamento cada una de las pérdidas de aquellos que no lo son y fueron importantes en algún momento de mi vida.

Besiños

Regalp dijo...

Jacaranda, me alegro de que sigas viviendo esas cosas. Es un soplo de aire fresco cuando te reencuentras con la gente que no está en el día a día.

Bicos

Regalp dijo...

Rose, vaya coincidencia que estando tan lejos, seas de tan cerquita.

Es curioso que en relación a lo que cuento, si tienes o vas a tener niños y vienes por aquí de vacaciones y ellos conocen a niños de su edad, se pueden establecer vínculos como de los que hablo, no crees?

Soy una persona muy nostálgica y me resulta más sencillo hablar de mis recuerdos y del pasado, que del prensente.

Muchas gracias por tus palabras... como siempre.

Bicos

Mar dijo...

Hola, Regalp:

Yo ya soy mayorcita, pero he vivido en una localidad de playa (donde veraneaba cuando era adolescente). "Mi pueblo" no era como el tuyo, sino totalmente artificial, construido en los años 70.

En invierno quedábamos muy pocas personas y nos buscábamos para hacernos compañía.

Es verdad que da alegría volver a ver a las viejas amistades del verano con sus hijos.

Besos.

LOLA dijo...

Hola!
Me ha traido muy buenos recuerdos todo lo que cuentas, me recuerda mis veranos en la infancia.
Por cierto, creo que he pasado una semanita en tu pueblo, de hecho volví el domingo y aún estoy echando de menos todo aquello. Me ha encantado tu tierra.
Un saludo

Regalp dijo...

Mar, es una pena que destrocen los sitios naturales, construyendo como locos al lado de la playa. Afortunadamente por aquí todavía nos quedan muchos paraísos y espero que por mucho tiempo.

Bicos

Regalp dijo...

Lola, me alegro de que te haya gustado esto, seguro que te tratarán muy bien siempre que vuelvas.

Todos hemos tenido historias de verano cuando éramos crios, ojalá muchas de esas cosas no cambiasen.

Bicos

Anónimo dijo...

Amistades de verano que a veces son más fuertes que algunas forjadas durante todo un año...
También mantengo lazos con personas que aparecían en mi vida un par de meses al año, es curioso y bonito a la vez.

Regalp dijo...

Es cierto, las amistades, en ocasiones, no entienden de distancias. Tal y como dices, es curioso y bonito.

A veces comentamos lo increíble que es que hayamos mantenido el contacto y la amistad, sin herramientas como el móvil, correo electrónico, facebook, etc... hoy sería mucho más fácil, pero seguro que menos especial

bicos