7 ago 2014

La vida sigue...

Un año y pico después, aquí estoy de nuevo, frente a la pantalla, aporreando el teclado.

Son muchas las cosas que suceden en un año, pero al ver atrás no parecen tantas, o al menos se pierden muchos de esos momentos por el camino.

La última vez que escribí algo, fue para contar que finalizaba una etapa de mi vida. Después de 8 años dejaba, o más bien me obligaban a dejar mi trabajo. Lo cierto es que era esperado y no fue lo duro que puede ser para cualquier persona en una situación similar. Lo tomé  bien, en positivo y puedo decir que en todo este tiempo no lo he echado de menos.

Hoy, en pleno mes de agosto, estoy escribiendo sentado en mi despacho, un nuevo lugar de trabajo, una nueva actividad, pero con mayor ilusión que nunca. Esto fue lo que siempre quise hacer, ser abogado. Para ello hice la carrera y con la mayor de las vocaciones posible, que no siempre el mayor esfuerzo, la fui sacando adelante.

Soy abogado, desde hace algo más de un mes. Se que puedo ser muy bueno en ello, a pesar de que me falta rodaje, pero desde luego ganas no me van a faltar. Ya he llevado varios casos a lo largo de este año pre-ejercicio y puedo decir que me veo bien, que he resuelto con éxito todo aquello que se me ha presentado y que soy feliz de poder dedicarme a lo que siempre quise.

Se que vendrán momentos duros, que no es fácil iniciarse en una profesión y en esta en particular, no voy a decir que menos, pero no es sencillo. Hay mucha competencia y hacerse un hueco va a costar, pero estoy convencido de que puedo conseguirlo.

Por lo demás, la vida sigue igual, siendo lo más importante para mi en este momento, conseguir sacar adelante este proyecto.

Veo que el mundo bloggeril ha cambiado mucho en este tiempo, desapareciendo mucha de la gente a la que seguía, supongo que son etapas y que llega un momento en que lo que te aportaba este espacio, deja de serte útil y se convierte en una carga, más que en un pasatiempo o vía de escape.

No se si seguiré escribiendo mucho o poco, pero no creo que cierre este espacio, a pesar de todo. Siempre podré volver a contar mis aventuras y desventuras... al fin y al cabo, siempre hay una ventana desde la que mirar.