No me gustaba el juego de EEUU, luego soy antiamericano
No me gustaba el juego de España, luego soy antiespañol
Critiqué el fichaje de Mourinho en fondo y forma, luego soy antimadridista
Fui jugador del Real Madrid, luego soy anticulé
Pienso que Claver está verde y Marchena a veces se le iba la pierna, luego soy antivalenciano
Me parece bien que Carlos Suarez vaya al Madrid, luego soy antiestudiantes y antiequipos pequeños
No me gusta la parafernalia militar, luego soy antimilitarista
Abogo por otro tipo de energías, luego soy antinuclear
Recomiendo el uso de anticonceptivos, luego soy anticatólico
Creo que Israel hace de vez en cuando auténticas salvajadas, luego soy antisemita
El pañuelo por obligación en la cabeza de las mujeres me parece discriminatorio y hasta vejatorio, luego soy antiislamista
El llamado “mercado” me pone los pelos de punta, luego soy anticapitalista
Soy del Athletic, luego soy anti-Real
Me sigue gustando Paco González, luego soy anti-SER
Trabajo en la Sexta, luego soy anti-Grupo Prisa
Trabajo en el Grupo Prisa, luego soy anti-Sexta
No soy del PP, luego soy anti-PP
Creo que el PSOE no lo está haciendo bien, luego soy anti-PSOE
Esquío, luego soy anti-snow
No me gustan los toros, luego soy antitaurino
A veces se me cuela un envase en el cubo de la basura orgánica, luego soy antiecológico
Leo El Pais, luego soy anti-El Mundo
Me gusta Messi, luego soy anti-Ronaldo
La globalización tiene sus inconvenientes, luego soy antiglobalización
No soy nacionalista, luego soy anti-nacionalista
Uso Mac, luego soy anti-PC
¿Cómo puedo ser tantas veces anti y no estar loco? Porque resultan indiscutibles todas estas premisas. El que detrás de una crítica, una inclinación o un posicionamiento no vea mala intención, prejuicios y resentimientos hacia las otras opciones es que no comprende nada. Los pros y los contras siempre esconden un anti.
Pues va a ser que no. Cierto que se nos está empujando hacia eso, que las posturas no extremas o contundentes se asocian a la debilidad, que muchas veces nos obligan a tomar partido sin que tengamos intención ni veamos necesidad de hacerlo, pero me niego a ello. Me niego a que de una opinión se saque un tratado, que de una postura se tengan que derivar automáticamente otras muchas.
Dicho esto con la nula esperanza de que todos aquellos ven antis en donde solo hay discrepancias reflexionen sobre lo exageradas, partidistas y ventajistas que resultan muchas veces sus posturas.
10 comentarios:
Si ya se lo dije a mi primer novio: en el término medio está la virtud.
jajajajajajajajajaja
Un texto con mucha miga.
Gracias por compartirlo.
Un besico
Elly
Pues realmente este hombre es sabio y lleva una gran razón en sus palabras.
Si nos posicionamos, somos anti algo. Si no nos posicionamos está mal.
Si ni hablamos somos agentes pasivos pero es que realmente no te ponen una etiqueta por algo?
Un saludo y una entrada realmente reflexiva.
Estoy con Ellyllon... todo tiene su equilibrio en un punto medio.
Sí, también estoy de acuerdo con lo que comenta Teologiades. Da la sensación que no puedes decir lo que verdaderamente opinas sobre un tema, supuestamente, en un momento en el que gozamos de libertad de expresión.
Ahora bien, como todos tenemos libertad, nuestras opiniones no tienen que ser las mismas que las de los demás.
Elly, no me des las gracias a mi, que yo sólo lo he puesto aquí.
Estoy totalmente de acuerdo con lo del término medio, cada día nos obligan más a posicionarnos en los extremos, pero sobreviviremos.
Bicos
TeologiadeS, es buen artículo que no quise que pasase desapercibido, ya que genera un debate interesante.
Y con respecto a lo que dices, es odioso lo de poner y recibir etiquetas, como necesitando agrupar en tu cabeza a la gente, cuando lo bueno es que todos somos distintos.
Bicos
Danygirl, además de lo que dices, es que un punto medio puede estar lleno de matices, que es lo que nos hace únicos y diferentes a los demás.
Bicos
Mar, no estoy de acuerdo con lo que comentas. Yo creo que nosotros mismos somos los que a veces hacemos como las ovejas y nos gusta ir en el rebaño, en lugar de desmarcarnos y decir lo que pensamos.
Estamos acostumbrados a hacer lo que hace todo el mundo y opinar como todo el mundo, pero no porque sea necesario, sino porque nosotros mismos generamos esa necesidad, para no sentirnos diferentes al resto.
Yo por lo pronto, me niego. Pensaré lo que quiera y seguiré diciendo lo que quiera, intentaré hacer siempre lo que desee y pasaré de etiquetas.
Regalp, lo primero disculpas, porque me he leído 3 veces esta entrada y justo cuando iba a comentar zas!!!!, problema al canto e imposible comentar nada, en fin... una pena. Bien, esta entrada refleja muy bien lo que sucede hoy, parece que vamos de un extremo a otro, si no votas al PSOE, por ejemplo, la gente deduce ya que votas al PP, y así de un extremo a otro, sin pensar que muchas veces hay miles de matices y ahí es donde se encuentran muchas posiciones y no estamos tan lejos, sino muchas veces mas cerca, estoy harta que de porque no te gusten los toros, por poner un ejemplo, y es mi caso, piense la gente que te alegras de lo que le pasa a un torero, pues no, si un torero sufre una cogida personalmente no me alegro. No sé por qué motivo hemos llegado a este extremismo, pero este artículo viene bien para pensar... y mucho. Estupenda entrada Regalp, y espero que actualices pronto. Un biquiño.
Rose, no necesito disculpas, válgame Dios!!! Al igual que yo no publico nada, cuando no tengo nada interesante que compartir, vosotros que me leeis, no tenéis la obligación de comentar nada cuando no os gusta, no os apetece o no tenéis nada interesante que decir. Esto no es una obligación, por eso cada comentario que hago o recibo será especial, porque será porque la gente quiere hacerlo.
La entrada está muy chula, pero no es mía. Simplemente estoy plasmando un muy buen artículo que ha escrito otra persona y que me parece muy acertado, como a la mayoría de los que pasáis por aquí.
Ojalá fuesen más importantes los matices que los extremos, creo que es algo que está en nuestra mano cambiar.
Bicos
Publicar un comentario