16 may 2011

Tardes de domingo

Hace tiempo escribí una entrada sobre los viernes, sobre lo mucho que me gustan y como son capaces de generarme sensaciones positivas.

Hoy escribo sobre los domingos, sobre lo que han ido cambiando para mí en el tiempo.

Cuando era un crío, los domingos eran un día especial porque era el día en el que nos tirábamos la tarde entera jugando, nos poníamos más guapos, con la ropa más nueva, etc

El tiempo fue pasando y uno se convirtió en adolescente, con las hormonas revueltas, cómo no! Y existían esas primeras salidas de fiesta, los domingos por la tarde. Era muy joven todavía para salir los sábados por la noche, por eso los domingos se convertían en ese momento en el que sentirse mayor. Los primeros escarceos amorosos, los primeros besos, los primeros roces…
Esas tardes eran increíbles y el tiempo se pasaba volando. Cada vez más, fueron perdiendo su carácter especial, puesto que aparecieron las noches de los sábados.

Esas tardes de domingo pronto se convirtieron en tardes de fútbol, en tardes de ir a jugar, domingo tras domingo, durante 10 años.

Durante mi época de universidad, las tardes de fútbol acababan preparando la maleta para irse a otra ciudad, para coger el tren con el resto de estudiantes e irse a la universidad. Así domingo tras domingo.
Por la mañana dormía, por la tarde iba a jugar y por al caer la noche me iba a mi “piso de estudiante”, así durante 6 años. Años fantásticos que ya han quedado atrás.

Yo creo que el domingo y las distintas cosas que haces en cada momento de tu vida, son un reflejo de lo que te va cambiando todo a lo largo de los años. Primero con los amigos, después con la pareja, después con la pareja y los niños, etc

Ayer fue un domingo tranquilo, de turismo “rural”, visitando lugares del entorno, que siempre han estado ahí, pero a los que no se suele ir. Es una etapa distinta de la vida.
Las personas que por allí estaban, habrán tenido sus otros domingos, pero ayer coincidimos en el mismo sitio y quizás con el mismo perfil, en la misma etapa de nuestro camino.

Mientras tanto, en otros lugares, habrá adolescentes descubriendo el amor, chicos jugando al fútbol y parejas cogidas de la mano paseando por un parque….

6 comentarios:

JL dijo...

Me pasa como a ti, las tardes de domingo cuando niño eran divertidas y uno no tenia preocupaciones ni responsabilidades. Luego fueron tardes de cine y paseos. Mas tarde amor, siestas, plancha y ahora significan vuelta a casa cansado, lavadoras, baño y cena de los niños. Vamos haciendo lo mismo que hicieron nuestros padres, cambia la forma de vivir esos domingos...
Me gusta eso de ir de turismo rural, espero que lo disfrutaras. Noto algo de melancolía en esta entrada.
Un abrazo.

Rose dijo...

Qué bonita entrada Regalp, es cierto el domingo tiene ese sabor extraño de día de la semana que es un continuo cambio. Cuando eres pequeño, jugar, jugar, jugar aprovechando al máximo que al día siguiente el colegio se imponía de nuevo. A mi los domingos de infancia me recuerdan a juegos con primos y amigos, tras haber comido fuera con mis padres, mi hermano y mi abuelo; en la adolescencia tienen otro sabor, a salir, disfrutar a empezar a sentirse mayor. Después muchas veces han significado la hora en la que volvía a casa tras un sábado noche muy prolongado, incluso con playa en verano. Ahora son diferentes, o salir a hacer deporte, o la prolongación de un largo día de campo, paseo, una agradable comida, leer, escuchar música, depende. El domingo para mi tiene melancolía.
Un besote, a ti y a JL.

Regalp dijo...

JL, lo que cuentas de tu vida, de tus domingos, es un poco lo que yo reflejo en mi entrada. La vida cambia, nosotros cambiamos con ella, y los domingos, cambian con nosotros.

Es raro que alguna de mis entradas no refleje nostalgia... defecto de fabricación, jeje.

Un abrazo

Regalp dijo...

Rose, al igual que JL has entendido el significado de mi entrada perfectamente. Por lo que veo, a todos nos pasa o nos ha pasado lo mismo a lo largo de los años.

Estoy de acuerdo contigo sobre la melancolía de los domingos, tienen un aroma a final de algo...

Besiños

LolitaLola dijo...

Mi vida ha cambiado muchísimo a lo largo de los años y quizás el domingo es el día de la semana que mejor refleja ese cambio. Tu entrada me ha traido unos recuerdos muy agradables de mi infancia y juventud (más joven que la de ahora me refiero.. jejeje). Me he sentido muy identificada.

Regalp dijo...

Lola, me alegro de que te haya hecho sentir cosas esta entrada. Por lo que se está contando por aquí, parece que a todo el mundo le ha ido cambiando la vida los domingos.

Bicos