
Soy licenciado en Derecho. Entré en la carrera por vocación, sin pretensiones de arreglar el mundo y repartir justicia, pero sí gustándome la posibilidad de depurar el sistema, de modo que las cosas se puedan arreglar conforme a la ley, que la ley funcione y se aplique correctamente.
Soy demócrata convencido. Ganan y son elegidos aquellos que suman más votos y la gente es libre de votarlos, por lo cual el conjunto de la gente tiene lo que se merece, que es lo que ha elegido.
Creo en la división de poderes, como elemento fundamental para que una sociedad camine con buen paso hacia la libertad. Lamentablemente hoy en día no creo que estén separados esos poderes, ya que el Legislativo y Ejecutivo se entremezclan, además de aparecer un cuarto poder, que es la prensa.
Estoy en contra de la pena de muerte, ya que entiendo que nosotros no podemos decidir sobre la vida o la muerte de nadie, eso te convierte en tan asesino como el que estás “ajusticiando”.
Con esta introducción pretendo dejar claro el punto desde el que parto a la hora de valorar el asesinato de Bin Laden por parte de Estados Unidos.
Resulta evidente que hay personas en este mundo, que no se merecen vivir. Han cometido actos que son repudiables, mezquinos, traicioneros y tristemente no han sido castigados como debieran (asesinos, terroristas, etc)
Hay otras personas que, sin cometer unos actos tan terribles, sí tienen una conducta moralmente reprobable, hasta el punto de que quizás algunos de ellos no merezcan vivir (violadores, maltratadores, etc)
Y también hay lo que simplemente sería mala gente, que hace daño, que no respeta lo de “vive y deja vivir”, que se aprovecha de los demás. En cierto sentido, tampoco se merecen tener una buena vida, sino que deberían de recoger lo que siembran.
Pese a estos tipos de personas, no podemos convertirnos en unos jueces tan supremos, que decidamos quien vive y quién muere.
A Bin Laden, ideólogo de atentados que han acabado con la vida de muchas personas se le ha asesinado en un país ajeno, desarmado y sin dar opción a la detención. Y se ha hecho bajo la supervisión de, nada más y nada menos, el PREMIO NOBEL DE LA PAZ. Resulta un poco paradógico…
Me pregunto qué pasaría si un americano atentase en España y nosotros supiésemos que vive en las afueras de… Bostón o Atlanta, en una urbanización de California o en un pueblo de las montañas de Utah. Si enviásemos allí a un grupo de soldados de la Legión y le friésemos a tiros, así a bocajarro, sin juicios, sin detenciones, sin interrogatorios. ¿Cómo se valoraría eso?
Todo el mundo está festejando la desaparición de un personaje terrible, sonriendo y relamiéndose la venganza de los labios, pero quien dirige este cotarro, quien maneja los hilos… no debiera haber actuado de otro modo?
No creo en las actuaciones extrajudiciales. Si hay un sistema es por algo y a él deberíamos ceñirnos, por sus cauces deberíamos de proceder. ¿Qué diferencia existe entre esta actuación y los tan criticados GAL?, en esencia, son lo mismo. Unos son criticables y los otros no? Porque unos son de aquí al lado y el otro lleva barba larga y turbante?
Entrad allí, detenedlo, siempre y cuando sea posible y ponedlo delante de la justicia, para que responda de sus actos. Eso es lo normal, lo justo, lo razonable. Si a pesar de esas intenciones, no es posible capturarlo con vida, que sea porque no se ha podido evitar.
Acaso se creen que con esto se acaba todo? Que estas actuaciones no generan más odio y rechazo a la impunidad de ese gran país?.
Si unos cuantos marines americanos entrasen en una urbanización de las afueras de …Pozuelo de Alarcón y, en una casa en la que hay mujeres y niños, y se liasen a tiros, asesinando a aquel que se cruce por delante… como nos sentaría ver a los americanitos de turno, celebrarlo por las calles, como si fuese un triunfo en Canaletas o en la Cibeles… con banderas, camisetas, etc
Creo que muchas veces estamos anestesiados, que no valoramos las noticias en su justa medida, no nos da tiempo a pensarlas. Simplemente leemos y nos quedamos con el mensaje que nos envían, lo asumimos como propio. “Es bueno lo que ha hecho USA”, “Gran logro del presidente Obama”… pero no pensamos con claridad qué es lo que ha pasado y cómo ha pasado, porque NI TODO ES TAN BUENO, NI TODO ES TAN MALO.
Siento la entrada tan pesada… pero hay días en los que uno tiene opinión, a pesar de todo.