Hace hoy 7 años fue un día largo, muy largo.
Como siempre en aquellos exámenes, jugabas con el tiempo a
tu antojo. La única hora obligatoria era la de las 10, hora del examen
práctico, después… horas de angustia, de últimos repasos, de miradas perdidas,
de cansancio que se iba acumulando.
Acabé el examen práctico y me fui a un aula a darle una
nueva vuelta de tuerca a los apuntes, tanto que se me hizo tarde hasta para
comer un bocata en la cafetería.
El problema de los exámenes orales, es que no te puedes
hacer una idea exacta de a qué hora te tocará, puesto que los que van antes que
tú pueden acabar en un santiamén, por no saber lo que les preguntan o bien
pueden extenderse durante un buen rato, demostrando sus amplios conocimientos
de la materia. Estás, por tanto, obligado a acercarte por la sala de torturas,
con antelación suficiente para que no te coja el toro.
Fui de los últimos, por no decir el último. Me crucé con un
compañero en la puerta al patíbulo, desconsolado, diciéndome lo que le habían
preguntado y con esa ansiedad extraña que a uno le entra, todavía le eché un
ojo a una de las preguntas que le habían formulado, puesto que en ese momento
me dio la sensación de no acordarme.
Cuando entré y saqué las bolitas de los temas, me di cuenta
de que ese fugaz repaso que acababa de realizar, podría haberme dado un
aprobado que acabase con esa tortura que duraba ya varios años. Así fue. La
misma pregunta, ya que ese tema no daba mucho más de si.
Me salió un gran examen. Cuando salí por la puerta, estaba
convencido de que aprobaría.
Pasaban los días y la espera estaba convirtiendo esa
sensación de esperanza, en una agonía por la incertidumbre. Lo que pensaba
haber hecho tan bien, ya me daba la sensación de no haber sido completamente
correcto.
Unos 10 días después, llamé a la universidad y me dijeron
que sí, que ya estaban publicadas las notas. En aquella época, algo del todo
incomprensible, no se publicaban las notas por internet, por lo que me cogí un
autobús y me fui en busca de mi resultado.
Soy una persona tranquila, por norma general, que no se
altera por estos temas, ni tampoco por otros, pero estaba nervioso.
Subiendo en el ascensor, mi estómago decidió comenzar a
doler, intensamente.
Llegué a ese pasillo, y me fui acercando a las vitrinas.
Estaba sólo allí.
Siempre fui capaz de localizar en las listas a mis
compañeros y a mí mismo, antes que ellos encontrasen siquiera la lista y esa
vez no fue una excepción.
Allí estaba mi nombre.
Allí estaba la nota.
Allí estaba mi notable en Dcho. Financiero y Tributario II.
Allí y en aquel momento, había acabado la carrera.
Han pasado ya 7 años desde aquel examen. A estas horas, en
2004, estaba en un aula, con 400 hojas de apuntes, un código y un manojo de
nervios.
No soy la misma persona y en cierto modo lo añoro. Echo de
menos a aquel chico que tenía un millón de sueños y cosas por hacer.
Seguramente si desde aquella aula pudiese verme a mí mismo 7 años después, habría
estado contento con lo que veía….o no. He ganado cosas, pero también he perdido
muchas otras.
Desde aquel asiento en la grada de mi clase, llamé a un
amigo para felicitarle el cumpleaños. Hoy no lo llamaré, porque ya no está en
mi vida, pero sé que es su cumpleaños y sé que aquel día, uno de los más importantes
de mi vida, hice un paréntesis para felicitarle. Probablemente él no lo
recuerde…
La vida está llena de momentos importantes; recordarlos, en
ocasiones puede hacer que los revivamos y no desaparezcan.
12 comentarios:
Qué post más precioso mi niño!!
Está claro que recuerdas la fecha del examen entre otras cosas por ser el día del cumple de tu examigo.
Unas cosas salen bien como tu examen y otras mal...
Mil besos
Precioso relato.
La vida nos va llevando por caminos que quizás unos años ni hubiésemos imaginado, es así, impredecible.
Un beso y buen fin de semana
Me has hecho revivir esos años con cada una de las frases que has escrito.Recuerdo perfectamente aquellos interminables exámenes,muy duros física y mentalmente,mucho desgaste.Lo mejor... cerrar la puerta del aula despues de haber hecho un buen examen... qué liberación!!!.
Gracias por este paseo lleno de sensaciones maravillosas del pasado.Me ha encantado.
Un besiño
Regalp, qué bonita entrada. Como has recordado un día que sin duda supuso un cambio en tu vida, y sobre todo el recordar a ese amigo que aunque ya no está en tu vida, sabes que es su cumpleaños, como siempre tus entradas me emocionan, y me hacen recordar a momentos de mi vida. Es bonito recordar, de vez en cuando hay que volver la vista atrás pensar en otros momentos que forman parte de nuestra vida, y que nos han llevado a ser lo que somos a día de hoy. Un besote y feliz finde
Elly, gracias.
Está muy claro que unas cosas salen bien y otras mal, hagas lo que hagas.
Cierto que la fecha es importante, por lo que significó en mi vida, pero también es cierto que la recuerdo mejor, por ser el cumpleaños de alguien.
Bicos..
Nuria, supongo que a menudo que pasan los años, se van cerrando caminos y es más predecible o más estática, a pesar de que siempre te puede soprender y mucho.
Aquellos años de incertidumbre, tienen mucho de especial, aunque en el momento no lo valorásemos del mismo modo.
Bicos
Anónima...todos los que pasamos por aquello tendremos sensaciones similares.
A pesar de ser muy duro y quizás las peores sensaciones que tuvimos que sufrir fueron las de espera en aquel pasillo... ahora lo recuerdo con cariño, como una vivencia especial.
Me alegro de poner voz (o letra), a recuerdos compartidos y evocar sensaciones que todavía perviven en nosotros, pasen los años que pasen.
Un besazo
Rose, gracias por tus palabras.
Me alegra mucho que a los que pasáis por aquí, aunque no sea muy prolífico, os podáis emocionar o exista algún vínculo con vuestra propia vida. Es algo muy especial para mi.
Bicos
Momentos inolvidables, de eso se compone nuestra memoria. Me ha dado por pensar tu entrada en la alegría que sentí en el instituto al terminar el antiguo COU y el beso a Obdulia la profe de física.
Espero que la reentré vaya bien, nos vemos.
Un abrazo.
JL, ese beso de la profesora y que todavía lo recuerdes de este modo... se merece una entrada, ya estamos esperando!
Vamos poco a poco volviendo a la blogosfera...
Un abrazo
Qué recuerdos.... a mí me ocurrió lo mismo un 29 de mayo... no sabía todas las notas, pero fue el último examen y ese lo aprobé.. sólo me quedaba una por saber y no pensaba en el suspenso... Luego lo celebré durante todo el día!
Lunhya, supongo que todos guardamos esas fechas o momentos en el recuerdo. Con el paso del tiempo, adquieren una sensación especial y nos viene una sonrisa a la cara.
Bicos
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