Qué grande es la amistad, qué buenos momentos nos aporta, qué sensaciones nos produce...
Este fin de semana pasado se casó mi mejor y más grande amigo, mi hermano, la única persona que me ha acompañado en mi vida desde que éramos unos niños. Este evento reunió a muchas de las personas que han pasado por nuestras vidas, unos más cercanos y otros no tanto, pero la mayoría de ellos hemos vivido muchas cosas juntos.
Hoy en día, seguimos caminos distintos, pero el otro día los cruzamos una vez más, para unirnos en torno a esta gran persona. Y fue emotivo, fue bonito, fue sincero y nos acercó un poquito más, aunque sólo haya sido por esta vez.
Gracias Miguel, gracias por esos momentos, gracias por esas sensaciones, gracias por tocarnos la fibra unos instantes y provocar las miradas que provocaste entre nosotros. Gracias.
El homenaje que nos brindaron los novios fue de una sensibilidad brutal, cuando con las luces apagadas, todos miramos a la pantalla y de ella brotaron esas imagenes del pasado, imagenes que llevan muchas historias aparejadas, recuerdos de toda una vida, de toda una historia. De personas que ya no están a nuestro lado, de personas que ahora están lejos, de momentos en los que teníamos tantos y tantos sueños por cumplir, cada una de ellas nos encogió un poquito el corazón y provocó tantas y tantas lágrimas entre los que allí estábamos disfrutando de vuestra compañía. No pude evitar llorar de la manera en que lo hice, de manera desconsolada, totalmente roto.
Qué mágico fue el momento en el que se encendieron las luces y nos miramos a la cara, todos con los ojos brillantes por unas lágrimas de agradecimiento, de emoción, de nostalgia, puras, tremendamente puras. Gracias una vez más por esos momentos, nos hicistéis especiales en vuestro día más especial.
Lo del pasado sábado fue una cura de emociones, un renacer de sentimientos y un canto a nuestras vidas, mucho más necesarios de lo que cada uno de nosotros podíamos imaginar, y todo gracias a vosotros, gracias de nuevo.
Os deseo la misma felicidad que por un instante provocásteis en nosotros en esta tarde de agosto.
5 comentarios:
La nostalgia es buena porque te recuerda quién fuiste y te permite compararlo con lo que eres ahora. Lo que deseábamos ser de niños seguramente no tendrá nada que ver con lo que somos hoy pero ese recuerdo nos permite tener en cuenta aquella fuerza y aquellas ganas de lucha para traerlas de nuevo a nuestro presente y hacerlas nuestras.
Ese pasado que sempre nos persegue, e parece que pesa máis aínda que o presente... así empeza Arret, o cabo do mundo. Antes, eu adoitaba pensar que os avós sempre están falando do que quedou atrás. "Viven do que foron" díxome alguén unha vez. Pero antes de que me dera tempo a decatarme, caín na conta de que eu mesma sempre estou falando de cousas que pasaron, recordando momentos de hai anos... e sempre parecen mellores, aínda que non o sexan. Somos seres nostálxicos por natureza
eh! como fixeches para poñer o enlace ao meu blog aí? Que levo semanas fozando para facelo eu e non atopo a forma! :) que bonito a nosa conexión pola blogosfera
Me parece de una generosidad tremenda lo que hicieron en la boda, compartir y al mismo tiempo renunciar a un tiempo de protagonismo que les tocaba por ser su dia. Es preciso recordar lo que fue y sobre todo lo que sigue siendo una amistad si todavia con el paso del tiempo se conserva, hoy en dia como bien dices, la gente toma distintos caminos y en ellos muchos amigos se pierden y a pesar de ello se añoran aunque lo que los haya separado de ti seas tu mismo o algo que haya ocurrido que te obliga a terminar con una amistad,aunque no por ello dejes de recordar lo bueno que hubo en ella durante años. Te doy mi enhorabuena por tener a una persona asi en tu vida, tienes un tesoro , conservalo y que un dia puedas devolverle en la forma que tu elijas esa felicidad y ese recuerdo momentaneo tan bonito que te dedico a ti y a muchos otros que se sintieron como tu en ese momento. Un besazo , te lo mereces todo.
Muchas gracias, la verdad es que soy afortunado por tener gente a mi alrededor que puede generar esos sentimientos en mi. Es muy bonito que te quieran, pero quizás lo sea más querer.
Tal y como hablábamos ayer, todos somos distintos y tenemos distintas formas de actuar, de sentir, de mostrar, pero aunque a veces uno se lleve decepciones, en otras ocasiones se lleva muchas alegrías.
Yo guardo esos momentos tan especiales en un rinconcito y me acompañarán siempre
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