Me encanta la primavera, me encantan los primeros rayos de sol que empiezan a calentar la piel, me gusta cuando llegan las 10 de la noche y todavía no es noche cerrada y el ambiente es cálido...me gusta esta época porque puedes bajar la ventanilla del coche y respirar el olor de la naturaleza, el colorido que tiene todo, con un verde intenso... me gusta mucho disfrutar de estos días, el llegar de mayo, que desprende optimismo...
Hoy estoy un poco tristón, un poco apagado, pese a que la descripción que acabo de hacer de estos días sólo es positiva...pero es viernes, por fin llega la desconexión y sólo espero que el fin de semana sea lo suficientemente bueno, como para desprenderme de esta sensación de tarde de viernes y reciclar cuerpo y mente.
Lo malo de los días así, pese a lo que tiene Perla como norma de cabecera, es que me apetece escuchar canciones melancólicas, tristes, etc... y aunque hay varias opciones que se me han pasado por la cabeza, he seleccionado una increíble.
Hay canciones que te acompañan toda tu vida, hay otras que sólo unos instantes y otras que quedan ancladas en una determinada época o momento y cada vez que las escuchas te transportas inmediatamente en el tiempo. Siempre he asociado canciones a momentos de mi vida, incluso algunas están ligadas por siempre a algunas personas. Como ya escribí en un post anterior, me ocurre lo mismo con los olores...
El caso es que cuando mi estado de ánimo no es el mejor, necesito transportarme por unos instantes, evadirme y con la música consigo muchas veces ese propósito, quizás ese sea el motivo por el que después de tantos años, me decidí a ir a clases de guitarra, para poder generar yo mismo esos momentos y disfrutar de aquellas canciones que me gustan...
Aquí os dejo una canción, en la que se demuestra lo sencillo que es crear un ambiente especial, "sólo" es necesaria una voz increíble, un talento descomunal, un grupito de amiguetes que te hagan los coros y unas cuantas personas que te escuchen un ratito... la verdad es que se me pone la piel de gallina, brutal!!!
2 comentarios:
os olores, as cores, os sabores e, por suposto, a música, teñen esa capacidade de nos levar a outros mundos. é a maxia da evocación. gústame a primavera, pero boto de menos o inverno. gústame o inverno, pero faime botar de menos ao verán. gústame o outono, pero faime estrañar a primavera. e así, pasan comigo as estacións e eu con elas pensando en que sempre estamos botando algo en falta. será que somos seres incompletos...
Completamente incompletos... o más bien, completamente insatisfechos, siempre que tenemos algo, queremos otra cosa... reconozco que soy un inconformista y un un impaciente, pero ya lo tengo asumido.
Por lo pronto disfruto mucho de esta época, me encanta la primavera, sin embargo, estoy deseando que llegue el calorcito. Está claro que no se puede tener todo.
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